Rubén Darío



Félix Rubén García Sarmiento nació en Metapa, Nicaragua en 1867 y muere en 1916. Es educado por su tio ante el desinterés de sus padres: su genialidad se manifiesta tempranamente y es llamado «niño poeta, porque escribió desde los doce años y su primera obra la publicó a los dieciséis. Alguna vez tendrá que salir de una nación a otra, y en otras ocasiones huirá al mundo Irreal del alcohol. Viaja por América Central y luego va a España en misión diplomática, en Francia al pisar el suelo de París dijo: «Siento que piso suelo sagrado.

Con respecto a su obra, la poesía de Darío es un ser vivo siempre cam- biante conforme se va completando su misión del mundo y su angustia existencial «si Azul simboliza el comienzo de mi primavera. Prosas profanas. es la plenitud de esa primavera y Cantos de vida y esperanza encierran las esencias y las savias de mi otoño», decía el propio poeta.

Que el amor no admite cuerdas reflexiones

Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.

No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.

Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.
Y el perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.

Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua*.
La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.



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